Aprovechando que me tocó tomar el relevo en #LecturasMasDemo @mas_demo con el “Peso de la Responsabilidad”, recojo y extiendo aquí un poco el hilo.

La obra recoge unos ensayos que Tony Judt realizó a finales de los años 90 para la Universidad de Chicago sobre Albert Camus, Raymond Aron y Léon Blum y que Taurus editó en español en 2014.

Nos ofrece las reflexiones del autor sobre tres pensadores franceses caracterizados por defender sus convicciones en contra de las posiciones dominantes en la izquierda de su época.
No es la primera vez que nos encontramos con la influencia francesa y de sus intelectuales en las #lecturasmasdemo. Vaste recordar los hilos sobre «Le gran Recit» o “La historia olvidada del liberalismo”.

En el caso que nos ocupa, en un momento de incertidumbre y desasosiego a nivel social, los análisis de Tony Judt iluminan algunas sombras de nuestra época animándonos a todos, pero especialmente a la clase política e intelectual, a mantener nuestra integridad e independencia a la vez que el rigor en el análisis. Además de proponer una mirada bien documentada sobre los perfiles de los tres personajes y su época, sus debates morales y sus posicionamientos, el autor nos ofrece reflexiones que podemos traer a nuestros días y aplicar a nosotros mismos.
Ya en la introducción Judt es contundente “Hay un tipo de irresponsabilidad característicamente intelectual (…)”, tiene que ver “con el auténtico cometido de un intelectual :las cosas sobre las que estudiosos, escritores, novelistas, periodistas y otros eligen pensar y en las que invierten sus energías para comprender”
Su reflexión, relacionada con la primera mitad del siglo XX, impacta de lleno en algunas dinámicas de comienzo del XXI. La contribución de los intelectuales a los debates de la época “fue a menudo inversamente proporcional a su conocimiento del tema sometido a discusión. (…) Sea cual fuere el conocimiento especializado que pudieran haber aportado (…) quedó neutralizado por las expectativas de que, en calidad de intelectuales, tenían que ser capaces de hablar sobre cualquier cosa”. “La solvencia ocupaba un segundo lugar respecto a la afiliación política o ideológica”.
Nos define la irresponsabilidad en su escrito como “la propensión en varias esferas de la vida pública a descuidar o abandonar la responsabilidad intelectual, moral o política”, responsabilidad que a su entender “incluye el deber de estar callado cuando no tienes nada que decir”.
Blom, Arón y Camús comparten según Judt que los tres eran anticomunistas, algo que en sí mismo no era ni distintivo ni garantía de una conducta responsable. El ensayo se centra en ver cómo fue su modo de ser anticomunistas lo que les hizo útiles para comprender su país y su tiempo. Especialmente en una época en la que “Los intelectuales franceses hablaban de libros que no habían leído, propugnaban doctrinas que no comprendían y criticaban políticas de sus gobernantes en tanto que carecían de cualquier alternativa razonable que proponer por su parte”.
Afortunadamente, en estos años que nos toca vivir y trasladando la reflexión a nuestro país estamos en otra posición y estas reflexiones no nos interpelan… ¿o sí?

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