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Pepe Pérez Plano

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¿Vas a esperar a que te pase?

Pocas cosas pueden transformar a un ser humano y, de haberlas, tres se posicionan en cabeza: la educación, el amor y la traición.”
Así finaliza el prólogo de “10 cosas que aprendes cuando te apuñalan por la espalda”, un libro basado en hechos reales en el que no cuento los hechos sino los aprendizajes que produce una situación más común de los que nos parece en empresas, organizaciones o familias.

Sólo me ha costado unos 10 añitos, a página al mes más o menos, algo que para un ingeniero acostumbrado a sintetizar y trasladar una idea en una frase en un powepoint es todo un reto.

No te voy a contar el libro ahora, ¡espero que lo leas!, sino trasladarte tres ideas interesantes que han surgido en el proceso.

Es mas común de lo que nos parece.

Gracias primero a los amigos que me ayudaron a corregir y revisar las primeras versiones, y luego a algunos lectores y lectoras, he ido conociendo otros casos en los que personas de todas las edades y condiciones se han tenido que enfrentar a procesos de traición, descrédito interesado o luchas de poder en las que los límites brillan por su ausencia. No llegan a ser aconteciminetos históricos, pero para las personas que lo sufren son como mínimo dolorosos y en algunos casos muy desgastantes y perturvadores. Creo que haber leído un libro como este, al menos en mi caso, me hubira ahorrado algo de energía. Si en tu entorno se prepara un proceso doloroso y extenuante como es una traición, y del que no puedes escapar, es mejor estar preparado para identificarlo, sofocarlo o combatirlo.

Publicar en una editorial es complicado.

Sobre todo si no eres alguien conocido o es la primera experiencia. En españa hay más de 3.000 editoriales y se publican en torno a 85.000 títulos al año. La mayoría de libros en españa venden menos de 500 ejemplares y según datos de Ámazon, de los autopublicados, sólo el 1% alcanza esta cifra.

Los dos últimos años se me han pasado peloteando con editoriales, una docena, entre las que están algunas de las grandes… He tenido de todo, en la mayoría de las ocasiones la callada por respuesta y en algunos casos, cuando el contcato ya ha sido directo tras indagaciones para obtener un nombre y un correo electrónico, algunas pocas palabras. Así que lo recomendable es no desanimarse y seguir intentándolo. Quizás con mi siguiente libro «¡Sucedáneo! Porque las política, la economía y los tomates ya no saben como antes» tenga mas suerte. Este si que es un ensayo, no algo tan raro como el que espero que te leas que está entre el managment, la autoayuda, el ensayo y un libro de humor. También espero que no me lleve 10 años escribirlo… me he puesto el reto de duplicar velocidad, 5 años, y el siguiente en 2,5… Mejorando la productividad y siguiendo los sabios consejos del Mago More, creándo el hábito de escribir de manera constante, a lo merme, y al que tengo que agradecer que me puso en contacto con una editorial y además me regaló una frase promocioanl que vale un potosí “Lo que no te mata… Te deja lecciones. Aquí están” ¡Gracias! Así que en el camino también encuentras gente estupenda.

Mi objetivo con el libro también ha sido aprender, saber cómo funciona esto, para hacerlo mejor la próxima vez.

Vender libros es dificil, aunque en realidad, es muy fácil, lo difícil es llamar la atención.

Llevo una semanas con el libro publicado y no he hecho ninguna promoción, nada más que a los amigos y conocidos y ahí va la cosa. ¡Cada vez que veo una buena reseña me entra un subidón!.

Las ventas son por goteo claro, y para ganar volumen lo único que hay que hacer creo que son tres cosas, tener paciencia, ser constante y ser original. Eso si no te quieres gastar dinero en promocionar através de publicidad digital etc etc. La verdadera competición es por llegar a tener la posibilidad de acaparar 15 segundos de atención en un mundo voraz… En esto también voy a ir aprendiendo.

En un año os cuento como ha ido, y en 5 con el próximo libro.

Hablando del apagón…

Por primera vez en muchos años escribo una entrada en mi condición de Ingeniero Industrial, especialidad eléctrica. Aunque mi experiencia profesional ha estado más ligada a la gestión de organizaciones, no he dejado de seguir con interés la evolución de la tecnología en general y particularmente los avances en la generación de energía.

Comencé mi carrera precisamente con el interés de especializarme en energía nuclear, una optativa entonces, y gracias a los esfuerzos de un nefasto profesor cambié de parecer aunque no de interés.

El preludio es para que, spoiler, mi defensa de las renovables, no se vea que viene precedida de ninguna animadversión a otras fuentes de generación que creo que también tiene que forma parte del mix energético. Recomiendo el podcast de Alfredo García “operador nuclear”.

Dicho lo cualo.

Lo que voy leyendo y escuchando en general en los medios obedece claramente a ser un tema muy técnico, que se ha venido sofisticando, mezclado con los mensajes interesados de diversos lobbies, empezando por el nuclear, una oposición al gobierno en formato “cuanto mejor peor”, un gobierno temeroso a dar información sin explicación cerrada, la defensas de intereses particulares para evitar tener que abordar compensaciones milmillonarias y la querencia por teorías conspiradoras de diversos colectivos.

Hay que exigirle al gobierno transparencia y contundencia en la aclaración de las causas de nuestro “fundido a negro” del pasado 28 de abril y poner remedio, explicándonos a los ciudadanos el cómo se va a evitar en el futuro, pero eso no puede ir ligado a tratar de frenar el avance de las fuentes renovables.

Sigo creyendo que nuestro sistema eléctrico es bastante robusto y que no podemos dejar hacer de un suceso único una categoría. Mi porra técnica es que, como sucede cuando hay un accidente de aviación, el sistema de transporte más seguro del mundo, se deberá a un cúmulo de varios factores que se han dado de manera simultanea.

Últimamente se ha hablado mucho de la “inercia” que ofrecen al sistema eléctrico las turbinas para estabilizar la red y la falta de éstas por parte de las renovables como posible causa.

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En memoria de Santos Plano Giménez

1985 – Luesia, 17 de agosto de 1936

A mi abuelo Santos lo mataron en la Guerra Civil.

Santos Plano Gimenez y Concha Bellido Román
La única foto que conservo de mi abuelo Santos Plano Giménez. A su lado mi abuela Concha Bellido Román y la hija de unos vecinos en una foto sin datar posiblemente de 1934.

Tenía 42 años, mujer y 4 hijos. La menor, Palmira, sólo sobrevivió unos meses al asesinato de mi abuelo, cuando mi abuela Concha tuvo que irse del pueblo con la cabeza rapada a buscarse la vida en Zaragoza.

Mi madre pasó su infancia interna en Las Hijas de la Caridad. Concha repartía pan por Zaragoza con la ayuda de sus dos hijos varones y la cosa no daba para más.

Mi abuela vivió muchos años con mis padres en casa. Era una presencia constante que me crio. Mis padres trabajaban ambos y ella se ocupaba de mí, ayudaba en casa y en la pastelería que regentaba mi madre.

Convivimos más de 25 años y rara vez le oí hablar de mi abuelo.

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El Bar. Un cuento para indecisos.


Un cliente llega a un bar.
Ha aparecido por allí porque es el bar que con diferencia más clientes tiene y además se lo recomendaron algunos conocidos. Desde fuera tiene unos atractivos letreros luminosos. Hace tiempo era lo más pasarse por allí y ver el ambiente.

Cuando entra le llama la atención el ruido, las conversaciones atropelladas, casi a gritos, de algunos grupos y una música de fondo que no deja de parecerse a marchas militares o músicas de desfiles.
Decide darle una oportunidad y se pide una cerveza.
Se la sirven caliente porque despidieron a los que tenían que mantener la cámara frigorífica. Luego se entera de que cerveza cerveza no es, pero es algo parecido que no le quieren detallar. Parece que tampoco viene a limpiar los baños, ya que viendo la puerta tiran un poco para atrás, así que ni se atreve a entrar.

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Cómo hacer grandes cosas (y no morir en el intento).

Permítanme una breve introducción a un libro muy recomendable: Cómo hacer grandes cosas de Bent Flyvbjerg y Dan Gardner. (2023. Sinequanon-Penguin Random House)

Hay pocos hechos más políticos que gestionar un presupuesto. Decidir dónde va una estación, un hospital, una autovía o un nuevo museo es una importante decisión política y ejecutarlo bien un reto formidable.

Para situarnos basta constatar que el valor total de las licitaciones de obra pública en España durante 2023 fue de 28.161 millones de euros.

Una de mis premisas, que no es del libro pero que creo viene muy bien para centrar el interés en el mismo, es que tener democracias sólidas implica, entre muchas otras cosas, contar con instituciones robustas capaces de realizar una buena gestión del presupuesto público.

No puedo dejar de admitir que mi formación ingenieril disfruta con este tipo de libros, aunque está escrito y pensado para todo tipo de lectores. De ahí mi recomendación, especialmente, para los que tienen que tomar decisiones políticas sobre infraestructuras o grandes proyectos, e imprescindible para cualquiera que gestione los mismos.

Es verdad también que el libro, especialmente en su parte final, es una venta de la especialización de sus autores como consultores precisamente de gobiernos, para la planificación de grandes infraestructuras, pero eso no desmerece ninguno de los análisis, reflexiones y consejos que nos presenta.

Comienza con una reflexión muy poco ingenieril pero muy necesaria sobre los dos propulsores de estos grandes proyectos: la psicología y el poder.

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takeitesayharari

Unete a los #takeitesayhararis / #tranquihararis

Me leí con gusto el artículo de Antoni Esteve de paréntesis media del que se hacía eco también Antonio Ortiz Medina en el podcast de monos estocásticos y, además de copiarle descaradamente su leitmotiv, me ha parecido oportuno unirme a la petición de Antoni al famoso e influyente Yuval Noah Harari de que se tranquilce un poco, consciente de que no se va a enterar y de mi escasa capacidad de influencia pero al menos para quedarme a gusto.

Además me apetece que Antonio Ortiz no sienta que sólo a un puñado de frikis inadaptados nos parece que Harari está estirando demasiado el chicle con sus apocalípticos análisis de sus dos últimos libros. Así como en sus dos superventas, Sapiens (a mi parecer recomendable) y Homo Deus (ya menos), nos describía, como buen historiador y sobre todo excelente contador de historias, parte de lo que nos ha acontecido como especie de manera clara, amena y documentada, con reflexiones inspiradoras, parece que el tintineo editorial le ha hecho unirse al coro de los apocalípticos, que vende más.

Lo tengo que confesar. Me leí Sapiens y me gustó. Homo Deus lo leí también y ya me gustó menos. No he tenido ánimo del siguiente. Menos aun de Nexus. Así que, sí, critico en base a opiniones de terceros, pero que creo bien fundadas y de confianza y no sin antes haber analizado si merecía la pena comprarlo. Vaya el mea culpa por delante.

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Palestina 2024

Hace unos 30 años me desentendí del conflicto en Palestina porque, sinceramente, estaba cansado de un run run continuo y algo desquiciante.

¿De dónde venía ese cansancio?

En 1982 la invasión del Líbano me pilló ya con 16 años, empezando a enterarme de cómo marchaba el mundo. Ariel Sharón era ministro de defensa en Israel mientras Benjamin Netanyahu era un casi desconocido director de marketing de una empresa, aunque ya con contactos políticos. En el 84 Ronald Reagan nos animaba con una posible guerra nuclear con los Rusos a lo que se unía allá por el 85 la preocupación ya en en serio con el agujero de la capa de ozono.

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Por una democracia más humana.

Escribo estas líneas en el ínterin que está suponiendo en España la novedosa situación de un presidente de gobierno que comparte con la ciudadanía la suspensión de su agenda pública unos días para tomar una importante decisión que le va a afectar personalmente y también al conjunto del estado.
La también inédita carta que lanza, traslada una tensión insostenible entre su vida personal y de pareja y el esfuerzo que representa mantener ese equilibrio y aguantar la presión, no solo de una institución con importante capacidad de decidir en nuestro estado, sino de la manera en que la oposición y medios críticos con su gestión están haciendo un trabajo que les encomienda la sociedad, de fiscalización del poder y lucha por tratar de convencernos de ser una alternativa, utilizando informaciones falsas, medias verdades y verdades a medias que en todo caso afectan un consenso no escrito de separar de la esfera política lo íntimo, familiar o sentimental.

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¿A quién vas a creer: a mi o a tus propios ojos?

Imagen generada por Stable Difussion.

La inteligencia artificial (IA) está generando, durante el primer trimestre de 2023, intensos debates. Tras la puesta a disposición al público de herramientas como ChatGPT o las opciones que la competencia de OpenAI se ha apresurado a distribuir, como Bard o similares,  se han despertado miedos ancestrales.

Ya durante 2021 y 2022 las nuevas versiones de Dall-e o Stable Difussion habían generado debate en el mundo de la fotografía y la ilustración, con menor nivel de difusión, pero similar intensidad.

He llegado a oír de expertos estos días frases literales como que “está en peligro la democracia” o que “puede socavar los cimientos de nuestra civilización”. No en programas milenaristas o esotéricos en los que se habla de cosas “inquietantes”, sino en programas serios e informados de medios respetables.

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